top of page

Batata

La batata es una especie que se puede cultivar en regiones que tengan clima tropical, subtropical o templado, y un período libre de heladas. Necesita temperaturas cálidas para prosperar (óptimo 25 °C), incluso por las noches. El crecimiento se detiene por debajo de los 15 °C. En climas tropicales o subtropicales la batata vegeta durante todo el año, y se pueden dejar las raíces sin cosechar porque no se hielan. 

Producción de plántulas

La obtención de plántulas se hace en almácigos, y es una operación fundamental en el cultivo de la batata. Es necesario asegurar esta etapa para poder plantar en la fecha deseada plántulas sanas y vigorosas.

 

Ubicación de los almácigos

Los almácigos deben ubicarse en terrenos altos, que no se encharquen, y preferentemente en suelos de textura franca, que no hayan sido cultivados con batata el año anterior. Esto último tiene por objeto bajar la incidencia de enfermedades y así producir plántulas sanas. Es conveniente que estén cerca de una fuente de agua para asegurar el riego.

 

Preparación de la "cama"

El suelo para el almácigo se prepara, mediante aradas y rastreadas, de manera que quede lo suficientemente refinado como para permitir el trabajo del implemento que abrirá la "cama". Este implemento consta básicamente de un órgano en forma de "V", con una separación de 1 m en sus extremos. Generalmente tiene sistema de enganche de tres puntos y ruedas reguladoras de profundidad. Con este implemento se abre una cama de unos 10 cm de profundidad y 1 m de ancho, por el largo necesario. En esa cama se colocan manualmente las batatas una al lado de la otra pero sin tocarse.

 

Época de siembra

El almácigo se siembra unos 60 ó 30 días antes de la fecha prevista de trasplante, según se hagan al aire libre o en invernáculo. El trasplante es una vez que ha pasado el peligro de heladas. En el nordeste de Buenos Aires se siembra en Agosto (almácigos al aire libre) o en Septiembre (almácigos en invernáculo) para transplantar en Octubre.

 

Calidad de la batata "semilla"

Deben emplearse batatas sin síntomas de enfermedades y de tamaño similar, para evitar que la brotación sea despareja. El tamaño ideal es el mediano, similar al de las batatas usadas para consumo (150 a 300 g). El empleo de "batatines" debe desecharse, pues es probable que provengan de plantas poco rendidoras o plantas infectadas por virus. 

 

Cantidad de batata "semilla"

Se utilizan aproximadamente unos 12 a 15 kg de batata/m2 de almácigo. La superficie de almácigo necesaria para plantar una hectárea depende del tipo de almácigo y del aprovechamiento que se haga de las distintas "camadas" de plántulas.

La siembra es a mediados de Agosto al aire libre y principios de Septiembre en invernáculo, para obtener la primera camada a mediados de Octubre. Las particulares temperaturas de cada año pueden adelantar o retrasar la aparición de las plántulas.

 

Tapado de la batata "semilla"

Una vez colocadas las batatas se cubren con unos 5 cm de espesor de suelo. Para esta operación se emplea un arado de reja y vertedera que consta de dos cuerpos situados en forma paralela y que vuelcan el suelo hacia el centro del almácigo. La distancia entre ambos se regula para que no muevan o corten las batatas. Otros modelos poseen discos en vez de cuerpos de arado. Generalmente es necesario terminar la operación de tapado con un rastrillo de mano, para romper los terrones grandes y cubrir bien el centro del almácigo, donde la capa de suelo aportada por el implemento tapador suele ser más delgada. No conviene ubicar las batatas a una profundidad mayor a la recomendada, pues puede producirse sofocación y consecuentemente tener menor producción de plántulas, o emergencia desuniforme.

 

Riego y aplicación de herbicida

Cumplido el tapado se debe regar y luego aplicar herbicida. Es conveniente instalar dos mangueras de riego por goteo a lo largo del almácigo para asegurarse la provisión de agua en caso de sequía. Hay dos herbicidas registrados para su uso en almácigos de batata: linuron y metribuzín. El linuron (marcas: Afalon, Linurex, Lorox, Teliron) viene formulado como polvo mojable o suspensión acuosa en concentraciones que van del 47 al 50 %. Se aplica a la dosis de 20 a 30 g de formulado/100 m2 de almácigo, empleándose para esa superficie un volumen de agua de 10 l. Controla la mayoría de las malezas de hoja ancha y algunas gramíneas. El metribuzin (marcas: Lexone y Sencorex) viene formulado como suspensión acuosa al 48 % o en gránulos al 75 %. Se aplica a la dosis de 7 a 8 cm3 (formulación líquida) o 4 a 5 gr (formulación en gránulos) en 100 m2 de almácigo, y también controla la mayoría de las malezas de hoja ancha y algunas gramíneas.

 

Manejo del almácigo

Los primeros brotes comienzan a asomar aproximadamente al mes de sembrado el almácigo (algo antes sí se ha hecho en invernáculo). El momento dependerá de las temperaturas y de los riegos que se hayan podido hacer. Si las temperaturas son altas puede producirse el quemado de las hojas en contacto con el plástico, por lo que éste debe retirarse. Esto es obligatorio para almácigos en invernáculo debido a las altas temperaturas que se logran. En almácigos al aire libre, en cambio, si al inicio de la brotación las temperaturas son frescas, se puede dejar el plástico y rasgarlo con una horquilla para ventilar. Con esto se logra un efecto invernáculo y el forzado de las plántulas. Cuando las plántulas debido a su crecimiento comienzan a presionar al plástico, éste se retira definitivamente. Si se han empleado túneles de manta térmica, estos solo deben quitarse para cosechar las plántulas. Si se van a cosechar varias camadas, se los vuelve a colocar. Los cuidados hasta el momento de la extracción de plántulas consisten en regar si es necesario, eliminar malezas que hayan escapado a la acción herbicida, y eliminar toda batata que esté produciendo plántulas con síntomas de virosis o de "peste negra". Los síntomas de peste negra son amarillamiento de hojas, seguido por marchitamiento y muerte de la plántula.

 

Preparación del suelo

Por lo general para preparar el suelo para batata son necesarias dos aradas con sus correspondientes rastreadas. La primera se da para destruir el rastrojo del cultivo anterior. Dependiendo del cultivo antecesor, puede ser necesario picar previamente el rastrojo. Aproximadamente un mes antes de plantar se da la segunda, y luego de refinado el suelo se forman los caballones con pasadas de aporcador. Esto permite acumular agua en el fondo del surco, y tener un caballón firme y asentado al momento de plantar. La distancia entre caballones es de 0,80 m. Las aradas no conviene hacerlas muy profundas, debido a que en ese caso las batatas tenderán a formarse muy abajo, y luego al cosechar muchas de ellas pueden resultar cortadas.

 

Fecha de trasplante

Por ser un cultivo sensible al frío, la batata debe ser transplantada cuando ha pasado el peligro de heladas. Esto ocurre en Octubre en el nordeste de Buenos Aires. Lo ideal es que el suelo tenga como mínimo unos 16 a 18 °C. Esto asegurará un rápido arraigue de las plántulas. La plantación se puede extender hasta fines de Noviembre. Plantaciones más tardías no son aconsejables, pues dado que son necesarios como mínimo unos 125 días hasta la cosecha, ésta coincidiría con los días frescos y lluviosos del otoño, con el consiguiente deterioro de la calidad.

 

Tamaño de las plántulas

Cuando las plántulas alcanzan una altura de 25 a 35 cm y poseen de 6 a 10 hojas, están en condiciones de ser extraídos para su trasplante. Plántulas más chicas son difíciles de manejar en el trasplante, y producen mayor porcentaje de fallas y menor rendimiento. Plántulas de mayor tamaño que el ideal también son más complicadas de manejar durante el trasplante, y al transplantarlas puede quedar una excesiva porción de tallo fuera del suelo, favoreciendo la desecación. Si por alguna razón el trasplante se demora y se produce un excesivo crecimiento de las plántulas, éstas se pueden cortar y dejarlas a la altura recomendada.

 

Extracción de plántulas

Para arrancar las plántulas se toman varias de ellas con una mano y con la otra se hace presión sobre la batata madre para que el tirar de las plántulas aquella quede en su lugar y pueda producir una nueva camada. Para facilitar la extracción de las plántulas es conveniente dar un riego previo. Esto hace que las plántulas no se corten, y que se desprendan con suavidad de la batata madre. Como generalmente se extraen varias plántulas a la vez, es conveniente que se vayan descartando las muy chicas, para evitar pérdidas de tiempo en la plantación.

 

Manejo de las plántulas

Se debe tratar de que en el intervalo entre arrancado y plantación las plántulas no se desequen. Una forma de hacerlo es transplantarlas inmediatamente luego de extraídas. A medida que se extraen se van colocando en cajones, canastos, o lienzos de arpillera. Si no se plantan inmediatamente deben mantenerse a la sombra y con las raíces cubiertas por bolsas de arpillera mojadas. Es común para este fin disponerlos formando un círculo con las raíces hacia adentro. En experimentos en la EEA San Pedro se ha determinado que las plántulas pueden almacenarse hasta dos días sin disminuir los rendimientos.

 

Trasplante

Para el trasplante se utilizan transplantadoras de cuatro o dos surcos. Son implementos cuyos órganos principales son un azadón abresurcos, rolos compactadores y ruedas compactadoras. Las plántulas son colocadas por operarios que van ubicados en asientos entre el azadón y los rolos. Estos generalmente son piezas troncocónicas, de madera y forradas con goma, y que comprimen el caballón para lograr un íntimo contacto de las raíces con el suelo. Las ruedas compactadoras van al final, son generalmente de metal con banda de goma, y su función es comprimir el suelo a la altura del cuello de la planta. El personal que se requiere para el trasplante es un tractorista, los plantadores (uno por surco) y un operario para alcanzar las plantas por cada dos plantadores. La función de éstos últimos es preparar las plántulas en manojos, remojar las raíces en solución fungicida (Captan 80 %, 30 g/10 l agua) y alcanzarlas a los plantadores. Con una transplantadora de 4 surcos se pueden plantar unas 6 ha por día (8 hs de labor). Existen transplantadoras más modernas, donde el operario coloca el plantín no en el suelo, sino en los espacios a tal fin en una rueda transplantadora. De esta manera las plántulas quedan en el surco a la misma distancia uno de otro.

 

Control de malezas

En terrenos poco enmalezados el control puede hacerse enteramente por medios mecánicos. Consiste en el pasaje de "rolera" seguido inmediatamente de escardillo. La "rolera" consta de pares de cuerpos de sección troncocónica, uno a cada lado del caballón. Estos cuerpos tienen púas o "cucharitas" similares a las de las rastras rotativas, y sirven para eliminar malezas nacientes sobre el caballón. Seguido al pasaje de rolera se pasa un escardillo que elimina las malezas en el surco y contribuye a recomponer el caballón que queda algo más bajo luego del pasaje de la rolera. Estas labores se inician una vez que ha arraigado el cultivo, y se repiten cada vez que comienzan a nacer las malezas, lo que ocurre generalmente luego de una lluvia.Con este trabajo no solo se eliminan malezas, sino que se mantiene aireado al suelo, lo que es fundamental para la formación de las batatas. En suelos muy enmalezados puede emplearse metribuzín 48 % para el control de malezas de hoja ancha a la dosis de 800 cm3/ha, en aplicaciones de pre-plantación y en banda. Para malezas gramíneas, cebollín (Cyperus rotundus) y algunas de hoja ancha, como campanilla (Ipomoea purpúrea), quinoa blanca (Chenopodium album), Verdolaga (Portulaca oleracea) y yuyo colorado (Amaranthus quitensis) el único producto registrado para aplicar en pre-trasplante es el vernolate 84 % (marca Vernam). Este producto debe incorporarse al suelo, y se aplica a las dosis de 2,5 a 3,75 l de producto comercial/ha. Para aplicaciones de pos-trasplante hay dos productos registrados para el control de gramíneas: fluazifop p butil (marcas Hache Uno y Listo) y pirifenop (marca March 35). Para gramíneas anuales se pueden aplicar en cualquier estado de la batata y con las malezas en estado de 1 a 4 hojas. Las dosis recomendadas son 0,750 a 1 litro de producto comercial/ha (pirifenop formulado al 35 % y fluazifop p butil al 15 %). Esas mismas dosis también controlan Sorgo de Alepo (Sorghum alepensis), siendo el momento óptimo cuando la maleza tiene de 3 a 6 hojas (15 a 30 cm de altura). Para gramón (Cynodon dactylon) las dosis para ambos productos son de 1,2 a 1,5 l/ha, y es conveniente aplicar cuando los estolones de la maleza tienen entre 10 y 15 cm, antes de la floración. Control de insectos. En el nordeste de la provincia de Buenos Aires no son graves los ataques de insectos. Estos aparecen en forma localizada y discontinua, y su presencia parece estar ligada a factores ambientales y de manejo. En algunos años se han detectado ataques del "Negrito de la batata" (Typophorus nigritus). La larva de este insecto es la que produce el mayor daño, pues al alimentarse forma canales en las batatas, de hasta 2 cm en profundidad, y desmejoran la calidad comercial. El adulto es un "coleóptero" de color negro, de unos 5 mm de largo, que se alimenta de las hojas. Los adultos aparecen en Noviembre, y luego del acople las hembras ponen los huevos en la base de las plantas. De los huevos nacen las larvas que se alimentan de las raíces de la batata. Las larvas son las que producen el daño. Para disminuir la incidencia de esta plaga se recomienda no plantar batata por uno o dos años en lotes donde se haya comprobado la presencia del insecto el año anterior. Los lotes en donde se haya observado la plaga deben cosecharse lo antes posible, pues mientras más tiempo permanezca la batata en el campo mayor ser el daño. En lotes donde los insectos de suelo sean un problema, como puede suceder en suelos que vienen de pradera, se pueden emplear insecticidas que se deben incorporar al suelo. Los productos registrados son el etoprop (Marca: Mocap) y el clorpirifós (marcas: Lorsban, Bester, Pirinex), este último registrado para hortalizas en general. El etoprop se aplica dos o tres semanas antes de plantar a la dosis de 8,5 a 11,5 l/ha del producto formulado al 70 %. El clorpirifós viene formulado al 48 % y se aplica a la dosis de 4 a 6 l/ha de producto formulado. Estos productos controlan a los gusanos blancos (Diloboderus abderus, Cyclocephala sp.), gusanos alambre (Agriotes sp., Pyrophorus sp.) y gusano grasiento (Agrotis ipsilon). Se recomienda tratar cuando se halle un promedio de 15 gusanos/m2. Una vez que el cultivo ha cubierto el entresurco, lo que ocurre generalmente a los dos meses del trasplante, ya no se realizan más labores hasta la cosecha. 3. Cosecha y almacenamiento La batata es un cultivo sensible a heladas, y en consecuencia debe cosecharse antes que éstas ocurran para evitar daños que afecten la calidad culinaria y las posibilidades de conservar con éxito el producto. Dado que los precios de la batata comienzan a subir a partir de julio y se mantienen altos durante el resto del invierno y la primavera, existe interés en conocer las posibilidades de conservar el producto durante ese período para sacar ventaja de esos mayores precios. Para conservar batata con éxito por un período de cuatro a seis meses es necesario seguir una serie de pasos que comienzan con la cosecha y se prolongan con el curado y el almacenamiento. La cosecha se inicia dando vuelta los surcos con un arado de reja, de manera de exponer las batatas a la superficie y enterrar la parte aérea. El arado puede tener una vertedera de barras que “filtra” la tierra de manera que las batatas queden más expuestas en la superficie. Si las batatas se cosechan cuando las plantas han disminuido su velocidad de crecimiento debido a las temperaturas frescas del otoño, se favorece la conservación por tiempo prolongado. En la región litoral la cosecha suele anticiparse para obtener los mejores precios que se dan en el verano. Estas batatas cosechadas de plantas en activo crecimiento no son las mejores para conservar, de manera que deber cosecharse en ese estado solo lo que se destinar a venta inmediata. Una batata proveniente de una planta que ha disminuido su velocidad de crecimiento se reconoce porque si se hace un corte en su superficie, ésta se seca rápidamente, mientras que permanece húmeda si el material está en activo crecimiento. La piel de la batata es fina y se daña fácilmente durante la cosecha. Las peladuras serán más serias en batatas que provienen de plantas cuyas guías aún están creciendo, con respecto a batatas maduras cuyas guías han cesado su crecimiento. En zonas de suelos pesados como los de la región litoral, siempre se deberá cosechar antes de la primera helada, y no deberán exponerse las batatas a temperaturas menores de 13 °C para evitar el daño por frío. Este favorece las podredumbres durante el almacenamiento y puede provocar depresiones y colores indeseables sobre la superficie de las batatas. Los golpes, cortes y peladuras provocados durante la cosecha son puerta de entrada de patógenos que causan el deterioro durante el almacenamiento. Si bien es inevitable causar cierto daño por cortes y peladuras, es esencial el manejo cuidadoso del material en todas las operaciones de cosecha. En algunos países se recomienda dejar secar las batatas al sol por dos o tres horas en el campo antes de retirarlas. Sin embargo, bajo condiciones extremas se puede producir daño por calor, y no es una práctica recomendable si se las va a almacenar por largo tiempo. En la región litoral era común juntar las batatas de cuatro surcos en un surco central para formar un cordón, recolectarlas en canastos de mimbre, volcarlas en bolsas de 50 Kg, y llevarlas al lavadero o apilarlas para su almacenamiento como se describe más abajo. Actualmente está aumentando la tendencia a no acordonar, y recolectar directamente de los surcos en canastos y de allí a bolsas de alrededor de 50 kg. Esto es una ventaja pues mientras menos se manipulen las batatas más disminuyen los riesgos de pérdidas altas durante la conservación. La operación de acordonado debería desecharse para batatas que van a ser conservadas por largo tiempo, pues implica una operación más y aumenta el riesgo de que los operarios arrojen y golpeen el producto. Del mismo modo, el lavado debe evitarse para batatas que van a ser conservadas, pues se ha demostrado que se producen mayores pérdidas en almacenamiento si las batatas han sido lavadas. Para el lavado se utilizan unas máquinas que poseen un cilindro de barras que gira y dentro del cual se halla un caño que distribuye agua a presión. Las batatas avanzan dentro del cilindro gracias al movimiento de éste y a unas guías situadas en las paredes internas del cilindro. Por medio de zarandas se eliminan las batatas pequeñas. Del cilindro las batatas lavadas pasan a una cinta transportadora donde se descartan manualmente las batatas grandes, que se embolsan para su venta a industria, y las cortadas y/o descoloridas, o las pequeñas que escaparon a las zarandas. Luego son embolsadas para su distribución. El curado es la operación mediante la cual las batatas se someten a condiciones que favorecen la cicatrización de las heridas (cortes y peladuras) producidas durante la cosecha. La nueva piel lograda con el curado evita la pérdida de humedad y actúa como una barrera al ataque de patógenos, reduciendo las pérdidas en almacenamiento con respecto a las que se producen en batatas no curadas, y mejorando la textura e incrementando el contenido de azúcares. El curado se logra manteniendo las batatas a temperaturas entre 25 y 30 °C, y a porcentajes de humedad relativa entre 90 y 95 % durante 6 a 10 días. La situación ideal es disponer de cámaras de curado y almacenamiento donde se puedan regular la temperatura y humedad y se pueda proveer una correcta ventilación. En estas cámaras las batatas se pueden colocar en contenedores de 2m x 2m x 1,5 m, pero es más recomendable el uso de cajones de plástico similares a los usados para frutas, dado que permiten una buena circulación de aire alrededor del producto, lo que es esencial para su conservación. Los cajones se apilan dejando una separación de 5 a 10 cm con respecto a la pared. Canales de ancho similar se deben dejar entre las pilas cada dos cajones. Es recomendable formar las pilas sobre tacos de madera para asegurar el movimiento de aire por debajo de los cajones. Si no se dispone de cámaras con regulación de temperatura y humedad, que es la situación más común de los productores del área de San Pedro, la mejor alternativa es colocar las pilas de cajones en un galpón u otro recinto cerrado, y cubrirlas con polietileno. En caso necesario se puede introducir aire caliente usando un calentador eléctrico y un ventilador. La humedad se consigue colocando un piso de bolsas de arpillera y una manguera que provea agua a un caudal suficiente para mantener mojadas las bolsas. Pueden usarse para ese fin las mangueras empleadas en los sistemas de riego por goteo. El polietileno evitará el escape del aire cálido y húmedo, por lo que se deberá dejar unaabertura para ventilar y evitar el sobrecalentamiento. Si no se dispone de un recinto apropiado, las pilas de cajones se colocan al aire libre, al sol, se cubre con bolsas húmedas, y sobre éstas se coloca la película de polietileno. Con este sistema es necesario volver a acomodar los cajones, ya que los ubicados en la parte superior estarán a mayor temperatura que los de abajo y las batatas allí ubicadas pueden comenzar a brotar. Las condiciones para la conservación de batata una vez curada son de 12 a 15 °C de temperatura y 90 a 95 % de humedad relativa, en un ambiente ventilado. Temperaturas más bajas pueden ocasionar daño por frío, mientras que temperaturas más altas (más de 18 °C) producen pérdida de peso por aumento de la respiración, brotado, y pérdida de calidad. Asimismo, si la humedad relativa se mantiene entre 50 y 60 % se puede perder el doble del peso que se pierde si la humedad es de 90 %. Si se dispone de las cámaras mencionadas anteriormente, para conservar las batatas luego del curado solo es necesario bajar la temperatura a entre 12 y 15 °C y mantener la misma humedad. Si se dispone de un lugar cerrado y el material fue curado bajo plástico con suplemento de calor, una vez finalizado el curado se retira el plástico y la fuente de calor, manteniendo la humedad. Si las batatas fueron curadas al aire libre bajo bolsas húmedas y plástico se pueden conservar cubriendo los cajones con una capa de paja de lino, sobre la que se coloca polietileno negro. En la zona de San Pedro no se utilizan cajones para conservar batata por razones de costo. Era común conservar las batatas en pilas de sección triangular de 1,5 m de altura, formadas sobre un colchón de paja de lino. La pila se cubría también con paja de lino y sobre ésta se usaba plástico negro. Actualmente existe tendencia a apilar en bolsas tal como salen de la cosecha. Esto permite conservar las batatas para semilla hasta agosto. Las técnicas descriptas permiten conservar batatas por un período de 4 a 6 meses, con pérdidas que estarán relacionadas a la eficacia con que se puedan controlar la temperatura y la humedad, y a la delicadeza con que se haya tratado el material. En ensayos realizados en la EEA San Pedro, se han determinado perdidas del 10 % en peso en batatas almacenadas en cámara a 15 °C sin control de humedad, y del 30 % en batatas almacenadas en pilas con paja y plástico negro bajo tinglado. En todos los casos se deberá almacenar material sano, sin síntomas de "peste negra", y no se usarán productos químicos a menos que la batata sea destinada a semilla”. 4. CultivaresLos siguientes cultivares pueden plantarse con éxito en la zona de San Pedro: Morada INTA: Es el cultivar tradicional y el más utilizado en la zona. Fue creado hace más de veinte años y su vigencia se debe a su muy buen rendimiento, excelente sabor y muy buena conservación en condiciones de campo. Es de textura seca, color de piel morado y color de pulpa amarillo con inclusiones naranja. Los últimos estudios del INTA de San Pedro indican que también es excelente para la elaboración de “chips” fritos. Arapey: Es un material del INIA de Uruguay, de características de piel y pulpa similares a Morada INTA, de excelente rendimiento pero más precoz, aunque de menor sabor, y más susceptible a la “Peste Negra” (Plenodomus destruens).Beauregard: Es el cultivar más utilizado en EE.UU. En ensayos en el INTA San Pedro se ha destacado por su precocidad y rendimiento. Es de textura húmeda, color de piel cobrizo y pulpa anaranjada. El color de pulpa se debe a la alta concentración en beta-caroteno, que es el precursor de la vitamina A y un poderoso antioxidante.Okinawa 100: Es de origen japonés. Tiene piel crema y pulpa blanca. Es de ciclo similar a Morada INTA (150 días) y de muy buen rendimiento. El gusto es menos dulce que Morada INTA..

 

 

bottom of page